Apagar el hábito de fumar

Fumar es uno de los hábitos más peligrosos a los que puede acostumbrarse una persona. Los riesgos asociados van desde la posibilidad de sufrir distintos tipos de cáncer, hasta padecimientos del sistema cardiaco. Es por ello que existen múltiples iniciativas y programas para apoyar a quien quiere dejarlo.

La adicción al cigarrillo lo produce la nicotina, una sustancia que actúa en los centros de placer del cerebro. Quien fuma se siente alerta, en ocasiones relajado, despierto y cree que este hábito mejora su concentración y favorece el aprendizaje.

Los expertos explican que también se genera una dependencia psicológica porque el cigarrillo se convierte en una especie de “amigo” o “compañero”.

En Argentina hay unos 9 millones de fumadores y cada año mueren 44.000 argentinos por causas asociadas al tabaquismo. La Asociación Argentina de Tabacología (ASAT), tan solo el 10% de los fumadores del país recurre al médico para dejarlo.

El primer paso para dejar de fumar es reconocer que se es un fumador. Hacer consciente que se tiene este hábito ayudará a dar transitar el camino. El segundo paso es también clave, porque se trata de establecer lo que gira alrededor de este vicio: cantidad de cigarrillos diarios, lugar y momento del día cuando se fuma, etc.

El tercer paso consiste en encontrar un sustituto. Hay una variedad de opciones en este punto que van desde masticar chicle, comer caramelos, frutas, beber agua u otras técnicas para el manejo del estrés que conlleva ir dejando la dependencia.

No es algo que se logra de un día para otro. Los especialistas coinciden en que la estrategia apunta a reducir poco a poco la cantidad de cigarrillos diarios hasta llegar a cero. En el camino es posible que se de una recaída, pero es parte del proceso y lo importante es reponerse y volver a iniciar.

Un aspecto clave de este camino es procurar la compañía o apoyo de familiares y amigos para que refuercen su meta. Además, tenga en cuenta que puede recurrir a un profesional médico que le ayude a seguir avanzando.

En el país hay cerca de 400 centros para dejar fumar -la mayoría gratuitos- a los que se puede acudir para recibir tratamiento integral de cesación tabáquica, que incluya, entre otros ejes, asesoramiento sobre el uso apropiado de productos de reemplazo de nicotina u otros medicamentos.

Los beneficios de dejar el hábito del cigarrillo son múltiples. En el aspecto físico resalta que se mejora la respiración, desaparecen las manchas amarillas de los dientes y se recupera el buen aliento. También hay ventajas psicológicas como la eliminación del sentimiento de autodestrucción o la sensación de haber alcanzado un logro vital. Además, son obvios los beneficios económicos, ya que desaparece un gasto y ese dinero puede dirigirse a otros objetivos.

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