La menopausia es la etapa de la vida de la mujer que suele ocurrir entre los 48 y los 54 años y cuya principal características es el fin de la menstruación y el inicio del climaterio, es decir, el paso del periodo fértil y la vejez.
En Argentina, la edad promedio de una mujer que tiene su último periodo menstrual es 52 años. Pero siempre hay excepciones como personas que lo ven por última vez a los 38 años y otros casos donde sucede más cerca a los 60 años.
Durante varios años antes de la menopausia, el cuerpo femenino produce cada vez menos estrógeno y progesterona, las hormonas necesarias para la menstruación y el embarazo. Esto hace que los ovarios dejen de liberar óvulos y sus períodos se interrumpen.
Además de la edad, hay señales claras que muestran que se entró en este ciclo. El incremento de la grasa corporal es uno de ellos, que se ve potenciado si la mujer tiene una rutina sedentaria. El aumento de peso puede abrir la puerta a otros inconvenientes como la diabetes o padecimientos cardiovasculares.
Uno de los síntomas más frecuentes son los sofocos, que se pueden extender hasta por cinco años. Consiste en sentir calor y ansiedad, generalmente acompañados de sudoración y palpitaciones.
En la etapa previa a la menopausia la frecuencia de la menstruación se hace irregular. Aunque depende mucho de cada mujer, es la indicación principal y suele ir acompañada de algunos de los otros síntomas.
Las alteraciones en los estados de ánimo son otras de las características. Es común sentir mayor cansancio de lo normal, falta de concentración y energía, agresividad y ansiedad.
En cuanto a los síntomas fisiológicos uno que suele presentarse es la sequedad vaginal, debido a la disminución de los estrógenos. Esto puede traer situaciones de incomodidad al momento de tener relaciones sexuales, pero existen tratamientos muy eficaces para ello.
Es importante mantener contacto con el médico que le pueda acompañar en cuanto a las necesidades de vitaminas, nutrición, así como en la realización de análisis de laboratorios para estar atentos a otros padecimientos.
Existen factores relacionados con el estilo de vida que pueden influir en cómo transita una mujer la menopausia. Uno de ellos es su actividad física, el tabaquismo y los hábitos alimenticios. Los especialistas sabrán orientar en cada caso las recomendaciones más convenientes dependiendo de la intensidad de la exposición a cada uno de estos factores y las necesidades particulares de cada persona.