Mindfulness, vivir el presente

El mindfulness, también conocido como atención plena o conciencia plena, es el proceso psicológico que permite prestar atención en las experiencias que se producen en el momento presente, y se desarrolla principalmente a través de la meditación. Tiene su origen en el budismo y se popularizó en el mundo occidental gracias a los libros y programas creados por Jon Kabat-Zinn, Thích Nhất Hạnh, Richard J. Davidson, entre otros.

La práctica de la atención plena se ha empleado para reducir la depresión, reducir el estrés, ansiedad, y en el tratamiento de la adicción a las drogas. Se han adoptado programas basados ​​en modelos de atención plena en escuelas, cárceles, hospitales, centros de veteranos y empresas, con resultados muy positivos.

El centro de esta práctica es la meditación, que consiste en buscar la relajación, construir energía interna y desarrollar emociones positivas. Consiste en poner atención en los propios pensamientos, respiración, emociones y sensaciones, sin necesidad de juzgar si son buenos o malos, es decir, en una especie de observación sin juicios.

“La atención plena, prestando atención precisa y sin prejuicios a los detalles de nuestra experiencia tal como surge y desaparece, no rechaza nada. En lugar de luchar para alejarse de las experiencias que encontramos difíciles, practicamos estar con ellas. Igualmente, traemos la atención plena a experiencias placenteras”, asegura Richard Dryfuss en su libro “Mindfulness, un estilo de vida».

El resultado de esta práctica es un enfoque más fuerte para desempeñar nuestras tareas diarias, tener mayor tranquilidad bajo estrés gracias a un mejor manejo de las emociones y una memoria más ágil que favorece la resolución de problemas y la toma de decisiones.

Si tenés interés en acercarte a esta práctica con ayuda de un profesional, podés consultar con psicólogos, coaches, siempre prestando atención a que se trate de personas adecuadamente preparadas para acompañarte en esta actividad. Podés pensar el mindfulness como una manera de mejorar ciertos tipos de aptitud mental, al igual que los entrenamientos regulares en el gimnasio te forman una aptitud física.

Existen también una gran variedad de recursos en formato de libros, videos y tutoriales en plataformas como YouTube que te pueden ser muy útiles. Por ejemplo, Netflix tiene una serie de videos llamada “Guía Headspace para la meditación”, que con cada episodio enseña técnicas para situaciones específicas.

Establecerse la rutina de meditar puede ser un poco difícil al comienzo, es una práctica que requiere ponerle voluntad, por eso algunos expertos recomiendan iniciar con la ayuda de alguien, bien sea un grupo con el que te reúnas, alguna instructora o una persona que asista contigo a las sesiones o se dispongan a hacerlo en conjunto.

Lo ideal es practicar mindfulness en un lugar tranquilo, puede ser cerrado o al aire libre, es importante que no haya ruidos distractores. Muchos utilizan música de fondo para facilitar el proceso. Hay sonidos que incluso ayudan mucho como los cuencos tibetanos, música instrumental, sonidos de la naturaleza, etc. Además, procurá utilizar ropa cómoda y mantener siempre una postura con la espalda recta.

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