Las vacaciones llegan a su fin y es momento de retomar la rutina para regresar a las clases. La dinámica familiar debe ahora reorganizarse con los horarios, las tareas y dejar atrás toda la flexibilidad característica del tiempo de descanso.
Un primer paso es hablar con los hijos de manera de recordarles que viene un nuevo periodo escolar y que se retomará la rutina típica de esa época. Es clave conversar sobre los retos del nuevo nivel escolar, repasar las fortalezas y oportunidades de mejora, y cualquier otra información importante. En el caso de los niños más pequeños, hay que repetirles constantemente los cambios que se producirán.
Aunque puede depender del turno en el que asistan, es indiscutible que uno de los hábitos a retomar son las horas de sueño. De allí la importancia de que no se espere la fecha de regreso a clases para retomar los horarios de dormir y de levantarse. Les sirve a los estudiantes para ir acostumbrando el cuerpo y a la familia para entrenarse en la nueva dinámica.
Los expertos recomiendan que lo mejor es acostarse más temprano para dormir el total de horas correspondientes según la edad del niño y por ello sugieren evitar pantallas (celular, TV o computadora) o ingerir bebidas o comidas edulcoradas, al menos dos horas antes de irse a la cama.
En muchos casos los cuadernos, las libretas y los libros se quedaron acumulando polvo durante las vacaciones, pero es momento de poco a poco ir volviendo a ellos para repasar contenidos y conceptos de manera de llegar mejor preparados para el comienzo del nuevo nivel. Los padres pueden dejar actividades académicas breves para resolver durante el día, que no tengan la presión de una tarea, pero sí que funcionen como un apoyo para lo que se viene.
Los últimos dos años escolares han estado marcados por la pandemia de coronavirus y las estrategias paralelas de clases virtuales combinadas con presenciales, pero todo apunta a que eso va quedando atrás y el regreso a clases, con la “nueva normalidad” es un hecho. No obstante, es algo que también se debe incluir en la previa de la vuelta a clases, porque se seguirán manteniendo cuidados sanitarios que no deben descuidarse como el lavado de manos, el alcohol en gel, el distanciamiento y el uso del barbijo en algunos lugares.
Finalmente, otro de los preparativos para retomar la rutina escolar es la compra de los útiles. Es una experiencia que puede servir para que los niños se sientan más involucrados en su proceso educativo seleccionando la mochila a su gusto, los colores de las libretas y otros elementos. Si bien es un aspecto que depende del presupuesto familiar, existen maneras creativas de darle la vuelta para preparar juntos de forma divertida la lista.