La tranquilidad de la noche puede verse interrumpida por un sonido fuerte de intensidad variable que solo los nota quien duerme cerca o justo a tu lado. Hablamos de los ronquidos, un singular ruido que puede ser un problema crónico e indicador de una enfermedad grave.
El ronquido ocurre cuando existe una obstrucción al paso de aire en la parte posterior de la boca y la nariz. Allí coinciden la lengua, el paladar blando y la campanilla. Cuando chocan entre ellas se produce una vibración durante la respiración, lo que produce el ruido típico del ronquido.
Casi todos roncamos de vez en cuando, pero es recomendable consultar al médico si son muy frecuentes. Entre el 40% y el 60% de los argentinos roncan, según un dato de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño (AAMS) y suele ser más común entre los hombres.
Los ronquidos pueden ser un indicador de que la persona sufra apnea de sueño, un trastorno potencialmente grave debido a que la respiración se detiene y vuelve a comenzar, un ciclo que se repite varias veces. De allí la importancia de consultar a un especialista que indagará para determinar si se trata de un problema grave.
Si no se trata de un inconveniente severo, en los casos que aplique, el doctor recomendará bajar de peso, no consumir alcohol antes de ir a la cama, así como algunas posturas para dormir, que suelen ser efectivas.
Otras opciones tienen que ver con la posición de la cabeza, que sugieren que esté elevada unos 10 centímetros. Para ello puede usarse una almohada, de hecho existen en el mercado algunas que ofrecen como unos de sus beneficios que ayudan a la disminución de los ronquidos. También pueden resultar útiles las tiras nasales que se colocan en el puente de la nariz para mejorar su respiración.
El estilo de vida es uno de los factores que influyen en la presencia de los ronquidos. Es por ello que los especialistas recomiendan, basados en la evidencia, que limitar o evitar el alcohol antes de dormir es útil. Además, dejar de fumar también contribuye, así como mantener una rutina de sueño que se adapte a las siete horas.
Si tu problema es un poco más grave, el médico puede indicarte el uso de algún aparato específico o cirugías para reducir o acabar con estos ruidos nocturnos. Estos son tratamientos estrictamente profesionales y que dependen de cada persona.
Estudios con imágenes, como radiografías, una resonancia magnética o una tomografía, permiten analizar las vías respiratorias, el tabique nasal y otras estructuras para determinar las causas de los ronquidos y avanzar en un tratamiento.